La Convención estará presidida por los PRESBITEROS que son miembros natos de la misma. Durante la convención no podrán representar a sus propias Iglesias, ya que su tarea especifica es representar a la Misión y ejercer la autoridad espiritual en la misma.
Los convencionales, tendrán todos voz y voto, y deberán priorizar en todos los casos las verdades espirituales, incluyendo el principio de autoridad espiritual, sobre las opiniones particulares de cada lugar. Este deberá ser expresado en forma personal; luego de un tiempo de oración, y sin ningún tipo de presión externa.
Se necesitarán secretarios de actas, que en caso de no ser Convencionales o Invitados Especiales, no tendrán ni voz ni voto, su trabajo es exclusivamente técnico, ya que al final de la Convención se debe aprobar el acta y firmarla por los convencionales, e invitados especiales presentes.
Los temas de carácter doctrinal que deban ser tratados en la Convención, serán comunicados de antemano (con suficiente tiempo) a cada lugar a fin de que los convencionales concurran con conocimiento de causa.
Los temas que surjan en la propia Convención, podrán ser tratados en esta o derivados al Presbiterio para su posterior resolución.
VOTACIONES
Todas las votaciones que se deban realizar, con carácter de voto secreto, se realizaran luego del ultimo receso y antes de la firma de las actas, ya que los resultados integran las mismas. Como las decisiones son de carácter espiritual, se aprovechara el ultimo receso para orar por parte de cada convencional, a fin de emitir su voto con sabiduría de lo alto y buscando siempre en todo la voluntad de Dios.
Para todos los temas que requieran solución mediante votación, se tendrán en cuenta los siguientes criterios:
La Convención es un ámbito de resolución de carácter espiritual; y por tanto se debe en todo buscar la voluntad de Dios, dejando de lado simpatías personales y/u opiniones particulares
Si no existe una dirección clara acerca de la decisión a tomar se deberá abstener de emitir opinión.
Se necesitará un 70% de votos afirmativos para que el tema sea aprobado.
Se necesitará un 70% de votos negativos para que deje de ser considerado; o para tomar una posición desfavorable al mismo.
De no llegarse al porcentaje requerido, el tema quedará en suspenso y podrá ser resuelto en una Convención posterior o en el ámbito del Presbiterio.