Finalizaba la década del 50 del siglo pasado, y en la ciudad de Montevideo, en el Barrio Piedras Blancas, un hombre se compadecía frente a la necesidad de la gente.
Los problemas, enfermedades y dificultades de la vida, se ensañaban sobre los habitantes de esa popular barriada montevideana. ¿Cómo poder ayudarles?, ¿Cómo lograr que sus existencias fuesen felices?.
Años antes, este hombre había escuchado un mensaje, a través de un oficial del Ejercito de Salvación: Que Dios estaba interesado en el ser humano y su existencia. Que había una esperanza.
Las cosas que no entendió fueron muchas, pero las que entendió le dejaron inquieto. Dios amaba a los necesitados, a los afligidos, a los oprimidos, y les daba una salida.
Esta limitada comprensión le llevó a imprimir un pequeño volante:
¿Tiene problemas?
¿Esta enfermo?
Dios tiene la solución para usted
Una dirección: Oficial 7 casi Domingo Arena, la de su propia casa, y la gente que viene, se acerca...y recibe el milagro de Dios.
Una serie de acontecimientos programados por Dios, han de manifestarse de modo milagroso. El primero de ellos, un hombre que desde la ciudad de Artigas llega a Montevideo, y según el mismo expresa, Dios le ha comisionado para buscar un hombre, ungirle como Pastor de una congregación que aún no existe, y darle una visión y misión.
Algunos detalles, el tiempo los borró, los protagonistas no están hoy sobre la faz de la tierra, y uno debe reconstruir la historia a través de retazos, algunos de ellos obscuros e imprecisos, otros perdidos para siempre, y aún los vividos se mezclan entre la realidad y la distorsión que la mente produce para que todo nos parezca lógico.
Este mensajero, profeta, al encontrarlo le dice:
-Dios me envió a buscarle, ungirlo como Pastor, y decirle que la obra se llamará "Misión Cristiana" y se extenderá por todo el país.
-¿Cómo hago...? fue la pregunta que brota del corazón de quien reconoce sus limitaciones. La respuesta es tan simple como limitada. "Lea la biblia, ore y Dios hará el resto".
El 14 de julio de 1960, se da inicio formalmente a la Misión Cristiana
Las sanidades se suceden, la gente se acerca, recibe su solución; pero el ahora Pastor Emilio Angel Martínez Toledo, que había nacido un 2 de agosto del año 1912, descubre que la gente necesita algo mas que una solución a sus problemas terrenales y con el mismo clamor y preocupación por las almas que tuviera al principio, comienza a implorar "Dios, envía a alguien que me instruya".
Un proceso de cambios históricos estaban ocurriendo en el área de algunos grupos misioneros pentecostales, que trabajaban en conjunto aquí en Uruguay, cambios sobre los cuales no abundaremos en detalles, pero si diremos que fue la semilla de los que después se establecerían como diferentes denominaciones.
Uno de aquellos hombres que habían sido formados bajo la influencia teológica de los misioneros suecos y finlandeses, en la misión establecida por un argentino Víctor Nievas, llega hasta la Misión Cristiana para capacitar y formar doctrinalmente a la misma.
Comienza entonces un proceso de apredinzaje, y dependencia de la escritura, que se traduce en un primer bautismo; y uno de aquellos primeros bautizados, el pastor Emilio Angel Martínez.
Se trabaja en la formación de obreros y aparecen nuevos desafíos también en el interior del país. Un presbiterio compuesto por algunas personas que hoy lideran obras, y algunas dificultades que se avizoran en el horizonte, marcarán un tiempo de desencuentros y cismas caudillistas en Montevideo y sus alrededores, de las cuales Don Emilio Ángel, quedará al margen, porque ya Dios le había enviado a Paysandú, a establecer allí la obra.
Quienes fueron formados en la Misión Cristiana, y los que lo fueron bajo el ministerio del Pastor Martínez, establecieron trabajos en prácticamente todo el país, aunque no bajo el ministerio de la Misión.
Las Piedras en Canelones; Trinidad en Flores; San Gregorio de Polanco en Tacuarembó; Cardona en Soriano, Piriapolis en Maldonado, Quebracho en Paysandú y otros, son algunos de los lugares, que de haber permanecido bajo la visión, serian parte activa de la Misión Cristiana.
Casi tres décadas demoramos en entender que se hacia necesario crecer en unidad, y ahora próximos a nuestro cincuentenario esperamos con la ayuda de Dios lograrlo.
El 9 de julio de 2002, el Pastor Martínez, reconocido como Obispo por la Misión Cristiana, faltándole solo una veintena de días para llegar a los 90 años de edad, partía para las moradas eternas, dejándonos como legado la visión y el ejemplo de trabajo.
Evangelista incansable, trabajador sin desmayos, no llegó a ver el total cumplimiento de la visión, pero como Moisés, pudo mirar la tierra y sus frutos en el actual crecimiento en unidad de la Misión Cristiana.
Nos queda a nosotros, los herederos de su legado y visión, desarrollar la tarea encomendada.
Misión Cristiana flamea al viento
Cual estandarte de la verdad
Llevando a todas partes
El evangelio de la bondad
Esta proclamación debe ser extendida por todas partes, anunciando que Cristo Salva, Cristo Sana, Bautiza con Espíritu Santo, y Viene otra vez.